lancas, rojas, rosadas, amarillas. Veneradas desde la antigüedad en los jardines más monumentales, protagonistas en ramos y declaratorias de amor o convertidas en objeto de metáforas y simbolismos. Las rosas fascinan con su presencia. En Buenos Aires, estas flores crecen en espacios emblemáticos y pensados para el disfrute de los ciudadanos: el parque 3 de febrero es quizás el más conocido, pero existen otros como el situado en parque Chacabuco o el denominado Micaela Bastidas. La Ciudad invita a conocer y visitar sus rosedales. “Cada invierno, la actividad de poda en los rosedales se realiza para que los rosales florezcan sanos y fuertes y puedan alcanzar su punto máximo de floración en octubre”, explicó Julia Domeniconi, secretaria de […]