Del 11 al 28 de febrero, el Palais de Grace – Palacio Nacional de las Artes llevará adelante “Hacia una Nostredad como ejercicio de oficio y arte”, un ciclo de visitas guiadas y conversatorios virtuales que invitan a reflexionar acerca del rol histórico de los museos y a preguntarse: ¿para qué tipo de público están pensadas estas instituciones?
Frente a los prejuicios y estereotipos sociales plasmados en la historia y el arte, el Palais de Glace puso a disposición de los colectivos Identidad Marrón y Escritores Villeres todo su acervo para que los artistas de esos colectivos creen, bajo su propio criterio curatorial, la muestra «¿Qué necesitan aprender los museos?».
La propuesta es una iniciativa del área de Educación del Palais de Glace, que coordina Marlene Wayar, y se enmarca dentro del programa El museo aprende. Experiencias similares se desarrollaron también en el Museo Casa de Ricardo Rojas, en el Complejo Histórico Manzana de las Luces y Museo Nacional de Arte Decorativo, con la intención de revisar la historia de las comunidades en vínculo con las instituciones museales.
La puerta de cristal
Alejandro Mamami es integrante del colectivo Identidad Marrón. Se definen como un colectivo de personas marrones descendientes de indígenas, campesinos y migrantes que luchan para visibilizar sus existencias proponiendo políticas públicas para lograr una igualdad de acceso real a derechos.
Alejandro estará coordinando el conversatorio «Archivos, representaciones e historia; caminando los museos”, que tendrá lugar el sábado 13 de febrero.
«Las comunidades de ascendencia indígena han sido racializadas, postergadas históricamente y, la mayoría de las instituciones creadoras de belleza y conocimiento, como los museos, han jugado un rol importante en la construcción de esta subalternidad; por lo que curar una muestra en el Palais para nosotros representa muchísimo desde lo simbólico porque en cierta forma se invirtieron los roles.
Si bien sabemos que los museos son de acceso libre, como la justicia o la salud, sabemos que existen barreras, que en apariencia no existen porque son invisibles, pero al llegar al lugar uno choca contra esa puerta de cristal.
Estando en el Palais, en el lugar de los que estructuran el museo significó un aprendizaje super grande porque nos permitió pensar cómo podemos romper estas puertas de cristal desde el otro lado: estando adentro, entendiendo cómo funciona la estructura y la dinámica de los museos y tratando de intervenir para que los museos sean más habitables para otras personas».
Nacemos a veces en otra provincia, a veces en otro país.
Lo poco que recordamos de la infancia
es entre ladrillos, casas de chapa y cables por todos lados.
El de al lado no es diferente,
pero a veces la vieja nos dice que sí (…)
Este fragmento de poesía forman parte de la muestra «¿Qué necesitan aprender los museos?». Son poesías nacida en las barriadas de Villa Soldati, escritas por un puñado de jóvenes artistas quienes, después de mucho andar, se reconocen como poetas villeros.
«Cambié de territorio de muy chica, mis abuelas usan pollera y trenzas. Yo vivo entre cablerios y paredes sin revocar», recita Dina Choquetarqui, integrante del colectivo Escritores Villeres.
«Estar en el museo fue una experiencia super transformadora y flashera porque con les pibes no nos imaginábamos estar pisando un lugar así ¡y menos estar exponiendo lo que hacemos!
Participar de la muesta en el Palais es un proceso muy importante para nosotres porque recién el año pasado nos empezamos a reconocer como artistas. Y si vos no te reconocés primero, es difícil que el otro te reconozca. Como también es difícil reconocerse como artista estando en un barrio popular donde las necesidades son otras y no tenés una alternativa a mano hacer arte, crear. Nosotros veníamos de las varietés, de las lecturas a la gorra pero la identidad de un museo le da un reconocimiento más formal a tu trabajo, a lo que vos vas haciendo».
Nuevas memorias. Nuevos realidades. Nuevos museos
Para Alejandro los museos tienen una deuda pendiente con el lugar donde se asientan y también la posibilidad de empezar a construir realidades desde una perspectiva de paridad.
«En los museos siempre somos parte de la perspectiva de lo pasado. Nuestra ascendencia, nuestras historias y contexto sociocultural, nuestros saberes y perspectiva de la belleza han sido vistas como objetos a ser observados, pero no como parte de sujetos que puede llegar a crear, en el contexto actual. Ese estigma siempre está en nuestras vidas, y les artistas blanques hacen sus obras en base a nuestra exclusión. Necesitamos salir del lugar de objeto y pasar al lugar de sujeto crítico creador. Y la forma que tenemos de lograr esa transformación es con articulación, desde lo colectivo comunitario y entendiendo al arte como herramienta de lucha por la creación de la realidad».
En el mismo sentido, Dina se pregunta quién cuenta y muestra lo que pasa en sus barrios.
«El arte no solo lo hace la gente blanca. Hay una cuestión clasista acerca de quiénes pueden hacer el arte y quiénes pueden mostrar las obras en los museos. Cuando vimos el patrimonio para poder hacer la intervención con la poesía nos llamó la atención una foto que representaba una escena que podía suceder en cualquiera de nuestros barrios. Nos parece genial que se muestre parte de nuestra realidad en otros lugares, pero también es importante que podamos ser nosotros mismos los que podamos narrar nuestros pedazos de realidad en los museos».
Para participar de las actividades se debe reservar entrada a través de Compartir Cultura
Jueves 11 de febrero, a las 16 horas
«Medallas y Silencios»: visita guiada con perspectiva antirracista
Sábado 13 de febrero, a las 18 horas
Conversatorio virtual, vía Zoom: «Archivos, representaciones e historia; caminando los museos»
El Palais de Glace – Palacio Nacional de las Artes, además, invita a recorrer la exposición “La colección escucha. Voces del acervo” y participar en los talleres de veranos para niños y niñas