En la Ciudad de Buenos Aires hay propiedades ubicadas en algunos sectores hoy bastante requeridos que se proyectaron en el siglo pasado para albergar a las clases trabajadoras de una ciudad naciente y pujante. Aunque también hay posteriores, la mayoría de los edificios son de los años ‘20, alrededor de 100 años atrás, cuando la Ciudad abría sus brazos a las corrientes inmigratorias y los nuevos habitantes de Buenos Aires, trabajadores en su mayoría, requerían viviendas para asentarse en una urbe -en ese momento, la más populosa de Latinoamérica- donde casi todo estaba por hacerse.
Barrio Parque Los Andes en Chacarita
El que hoy conocemos como Barrio Parque Los Andes, en Chacarita, es obra del arquitecto Fermín Bereterbide, ganador del concurso dispuesto por la municipalidad porteña para viviendas económicas que en 1926 le adjudicó el primer premio. Así se levantó la Casa Colectiva de Parque Los Andes, entre las calles Leiva, Rodney, Concepción Arenal y Guzmán.
Los 130 departamentos originales se ubicaron a lo ancho de los edificios -12 cuerpos de 10 metros de ancho, planta baja y tres pisos altos-, con las habitaciones hacia un lado y los servicios hacia el otro, permitiendo la ventilación y la independencia de las unidades que hoy defienden precios altos en comparación a la oferta de sus alrededores en Chacarita. “Es un barrio casi cerrado. Tiene biblioteca y microcine. Cada departamento es absolutamente distinto, ya que todos están reformados de acuerdo con el gusto del propietario”.
El espacio libre requerido por el concurso terminó representando el 63% de la superficie del terreno. Desde la calle, hoy, se observa en los jardines el arco de una cancha de fútbol.
Según revela el profesional, tiene muchas consultas por la propiedad que, también, tiene un tipo de público particular, entre los que se destacan artistas de diversas disciplinas. “Hay europeos que llaman interesados, por el estilo que tiene”, comparte. “El valor del metro cuadrado casi compite con el de una propiedad nueva, pero, al que le gusta el producto, está dispuesto a pagar US$2500/m²″, afirma.
Así, con un foco obrero y “laburante”, nacieron un tipo particular de casas y complejos de departamentos que, con los años, se transformaron en rincones exclusivos y semisecretos de la ciudad; propiedades económicas, baratas o colectivas, así se las adjetivó y se las conoce hasta ahora, muy buscadas hoy por otro target bien diferente de aquel para el cual fueron pensadas.
Situados en diferentes puntos de la CABA que en ese entonces podían ser entendidos casi como sus confines, los arrabales, convertidos en el SXXI en valiosa tierra urbana, estos sub barrios, tal como se los clasifica, también fueron producto del crédito y de una política activa de vivienda. A continuación, algunos ejemplos representativos de aquellos años, sus cambios, y de cómo los fue acompañando el mercado.