Agentes de la Policía de la Ciudad detuvieron en las últimas horas en el barrio porteño de Chacarita a una joven de 23 años que seducía hombres a través de aplicaciones de citas. Bajo la modalidad de viuda negra, la sospechosa dormía a sus víctimas con una potente droga para robarles. Junto a la mujer, identificada como E.O., cayeron sus cómplices, dos hombres de 27 y 26 años.
Tenía todo planificado. Primero, la delincuente acordaba sus encuentros a través de Tinder, hasta que lograba ganar confianza con las víctimas y conseguía que la invitaran a sus domicilios. Una vez en sus casas, la viuda negra les colocaba una dosis de alprazolam en alguna bebida, generándoles la pérdida de consciencia. Después, les robaba dinero, alhajas, tarjetas y equipos electrónicos, y escapaba. Esa era su modalidad. Sin embargo, uno de sus últimos ataques falló.
El tatuaje de un cangrejo en su muslo derecho permitió identificarla. La sospechosa y sus cómplices fueron detenidos en Maure al 3.800 a bordo de un Peugeot 207. Los oficiales del servicio de fin de semana de Prevención de Robos y Hurtos de la Comuna 15 detectaron la presencia sospechosa del auto parado en doble fila, y observaron que dentro de él había tres ocupantes manipulando un posnet y que tenían en su poder diferentes DNI.
Ante la posibilidad de que pudieran estar haciendo estafas con robos de identidad, los tres sospechosos fueron llevados a la Comisaría Vecinal 15 A de la Policía de la Ciudad.
En la sede policial, mientras se registraban los datos de los DNI, llegó una denuncia de la Comisaría Vecinal 12 A, vinculada a uno de esos documentos. Se trataba de D.M., un hombre de 49 años, quien había sido víctima de un robo de una viuda negra, según indicaron fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño.
El hombre había conocido a la mujer por Tinder y luego la había invitado a su departamento, ubicado en la avenida Cramer al 3.600. Tras tomar unas copas, se quedó dormido. Al despertarse, se dio cuenta de que le habían robado 100 mil pesos, algunos dólares, tarjetas y una notebook, señala la denuncia.
Los datos aportados coincidían con las pertenencias que tenían los sospechosos en el auto: 97.510 pesos, 20 dólares, una computadora portátil, y cadenitas de oro y plata.
Inmediatamente, los oficiales realizaron una requisa exhaustiva del vehículo, en el que encontraron las tarjetas de crédito del denunciante debajo de la funda de cuero que cubría la base de la palanca de cambios. También, hallaron un frasco con atomizador de Alplax, el nombre de fantasía de alprazolam, la droga que la viuda negra utilizaba para dormir a las víctimas, atrás del panel trasero de chapa del baúl. El auto fue incautado junto al posnet, los DNI, cinco celulares y la cédula identificatoria del móvil.
La joven y sus cómplices también eran buscados por la División de Investigaciones Comunales 13 por un hecho ocurrido el 8 de abril en el barrio de Núñez, donde hubo otra víctima. En ese caso, la mujer consiguió entrar en confianza con otro hombre, un ciudadano brasileño de 51 años, que la invitó a su departamento.
Pero esa vez, el plan se les complicó a los delincuentes: la víctima, identificada como D.F., no tomaba alcohol, por lo cual el sedante no tuvo el efecto inmediato deseado. El damnificado, al darse cuenta del engaño, llegó a cambiar el vaso sin que la viuda negra lo detectara, provocándole cierta somnolencia, consignaron fuentes policiales a este medio.
Pese a esto, la joven logró ingresar a sus cómplices al domicilio, quienes agredieron y asaltaron al hombre. Tras el hecho, la víctima aportó el vaso como prueba, y también entregó una foto de la viuda negra, en la que se pudo apreciar el tatuaje del cangrejo que tiene en su muslo derecho.
Ahora, la sospechosa y sus cómplices, identificados como N.A.L y R.L., quedaron detenidos a disposición del Juzgado Criminal y Correccional 47, a cargo de Osvaldo Daniel Rappa, secretaría 136 de Juan Pablo Strifezza.
Entre el resto de las pertenencias de los detenidos, los policías secuestraron, además, gas pimienta y una memoria SD.
El Amplax Alprazolam es un sedante de más de 8 horas que produce efectos secundarios como somnolencia, dificultad para hablar, alteración de la memoria, mareos y dolor de cabeza.