Iconos del skate como Tony Trujillo, Sean Malto y Milton Martínez, nuevas glorias como Jenn Soto y Mami Tezuka, y talentos locales en plena parábola ascendente como Eze Martínez y Franco Morales. Además de la infaltable banda creadora del skate rock local, Massacre (bajo el nombre original de Massacre Palestina), y shows de Arde la Sangre, Loquero, Minoría Activa y Fuck Dolls, cuyo frontman «Pitu» López es un legendario pro skater argentino y constante agitador de la movida.
¿Cómo se consigue eso? Este domingo 9 en C Complejo Art Media, del barrio porteño de Chacarita, durante el Buenos Aires Death Match, que conjugará exhibiciones de skateboarding a cargo del team de la archifamosa revista Thrasher y recitales de bandas afines al skate rock.
La «marca» Thrasher se volvió muy reconocida en Argentina en los últimos años dado que sus clásicas remeras se convirtieron en un artículo cool adoptado por jóvenes y diferentes artistas del género urbano. Pero más allá de este dato superficial, el vínculo entre la revista y nuestro país es mucho más profundo. Como siempre, las apariencias engañan.
En 1981, el skate había entrado en un ciclo a la baja, donde perdió popularidad y volvió al under. Es ahí que nace Thrasher y se convierte en un «vehículo de comunicación del skate real, roots, hardcore», describe Walas, cantante de Massacre que participó como skater de esa segunda ola que haría renacer al skate, y de la cual la Thrasher fue responsable con su línea doctrinaria sintetizada en el Skate & Destroy. Sería también esta segunda ola donde el skate prendería fuerte en Argentina, para nunca más extinguirse.
Con el correr de los años, Thrasher se convertiría no sólo en una revista de skate sino en todo un representante de la cultura. Con Jake Phelps como editor abanderado, se volvería la revista más icónica. Llegar a su tapa se convirtió en sinónimo de consagración y ganar el premio de «skater del año», creado por la revista, se volvió el título más codiciado del «skate real», por encima de cualquier campeonato o medalla olímpica.
Y esta doble corona es la que logró la bestia infernal –sin exagerar– de Milton Martínez en diciembre de 2019. Nacido en Mar del Plata, es hijo de un skater histórico, «Tatu» Martínez, y hermano de Ezequiel; y logró lo que cualquiera que se subió a una tabla sueña. Después de una carrera meteórica en Argentina, en 2016 se instaló en California y empezó a codearse con la crema del skate, hasta que una terrible lesión lo marginó de las calles por un tiempo.
Estaba filmando para Volcom e hizo una prueba muy arriesgada en un spot casi mítico de Los Ángeles: el Car Wash. En ese lugar, un skater tier god como Mark Gonzalez (reconocido como el mejor skater de todos los tiempos de manera casi unánime) no pudo bajar su ollie. De hecho, desde 2010, cuando Jim Greco hizo lo propio, nadie había filmado un truco ahí. El lugar es insano, para ejecutar el truco hay que subir al techo del lavadero de autos y luego saltar a un plano inclinadísimo, realmente muy violento, que da a la mismísima Sunset Strip. Milton se quebró el tobillo en 2016, pero tres años después bajó un flip que quedó para la historia. Todo en el mismo lugar.
La prueba fue tan impactante que la tapa de esa edición de la Thrasher solo incluyó el logo de la revista, el código de barras y la foto de la prueba. El video de Volcom se sumó a su parte en Demolición, el compilado de la Thrasher, y le ganó la bendición del mismísimo Phelps. Con todo, Milton fue elegido Skater Of The Year (SOTY) en 2019.
«Es un privilegio poder tener la tapa de Thrasher, y con toda la historia que tiene el épico spot del Car Wash no podría estar más agradecido de la forma en que se dieron las cosas. Creo que la lesión me ayudó a poder superarme y eso hizo que lo diera todo para la parte de video que siempre soñé con tener«, le dijo Milton al NO. «Y bueno, ser SOTY fue un bonus que nunca imaginé que era posible. La verdad, sin palabras.»
«Tuve muchos viajes increíbles con Phelps y siempre me motivó mucho para andar en skate, ya que tenía la mejor onda conmigo. Lo conocí a través de Preston, filmador de Thrasher y gran amigo, que en paz descanse. Y unos de los recuerdos que siempre me van a quedar fue aquel viaje que hicimos con Preston, Phelper y Ladas, donde recorrimos una linda parte de Brasil. Siempre estará dentro de los viajes más increíbles que pude hacer«, concluye.
Y aunque ahí parece agotarse la conexión Thrasher-Argentina, siempre hay un poco más. Y el que la cuenta, así como si nada, como quién inicia a un neófito cualquiera, es Walas, gran maestre y mago de la cultura skater rock nacional. «La conexión que tiene Thrasher con Argentina es desde el génesis, porque uno de los fundadores de la revista es un argentino, de Almagro, simpatizante de San Lorenzo. Un muchacho que se fue a vivir de muy joven a Estados Unidos, que se llamaba Fausto Vitello, que funda los trucks Independent (los mejores de la historia) y todo el imperio de tablas Santa Cruz y las ruedas OJs. A partir de ahí, como forma de publicitar todos estos productos., funda la revista Thrasher«.
Al parecer, este misterioso y titánico personaje emigró a California con apenas 9 años, dado que sus padres escaparon de la nefasta «Revolución Libertadora». Increíble pero real, como no puede ser de otra manera en Argentina, la tierra del milagro: un hilo conductor que une a una familia ¿peronista? perseguida política y exiliada durante una dictadura, con la creación de las marcas más importantes del skate, la fundación de la revista ícono del palo y los sueños de un pibe marplatense que sólo quería ser el mejor skater del mundo. En definitiva: bienvenida a casa, revista Thrasher.