Cada 9 de febrero se celebra el Día Mundial de la Pizza. Comenzó a celebrarse en Nápoles, Italia, desde el siglo X, tomó fuerza en Estados Unidos y se volvió un hito gastronómico mundial rápidamente para todos los amantes de la pizza.
Desde que en 1941, las primeras manos inmigrantes comenzaron a amasar las tradicionales pizzas al molde y a la piedra. Comenzaron en Avellaneda, en pleno Crucecita, y hoy marcan presencia en los barrios de Recoleta , Barrio Norte y Palermo. Conjugando el esmero y dedicación de verdaderos maestros pizzeros con los conceptos más modernos de higiene, calidad y servicio, han sabido ganarse un lugar de privilegio en el competitivo mundo de la pizza y la empanada.
Fundado en 1939, La Mezzetta no empezó haciendo pizza, aunque poco se sabe de sus comienzos. Si se sabe que comenzó a ser atendido por Abelardo, Gervasio y Marcelino con sus tortas de ricota, pastafrola, budín de pan, tarta de coco y solamente cuatro gustos de pizzas y empanadas fritas. Sus dueños recuerdan que donde hoy está ubicada la famosa “Plaza San Miguel de Garicoits” sobre Alvarez Thomas y Virrey Loreto, antes era el cine “El Atlántico” y en el intervalo los vecinos disfrutaban de sus pizzas.
El top tres de las pizzas del clásico de Colegiales son la de fugazzeta, la napolitana y la pizza de jamón y morrones. Tres infaltables para compartir con amigos o con familia.
Su top tres está compuesto por el primer puesto para la clásica de muzzarella, el segundo para la de napolitana y el tercero para la de jamón y morrones.
Las pizzas al molde más pedidas de la casa son la fugazza con queso y la muzzarella tomate y albahaca.
En la zona de los Arcos del Rosedal se encuentra un espacio que rinde tributo al fuego basándose en una cocina orgánica, de mercado y de autor, con una amplia carta de pizzas realizadas al horno de barro. Ese es precisamente su elemento distintivo: la elaboración de su base utilizando las bondades y características de la masa madre, convirtiendo cada presentación en un producto más ligero, saludable y delicioso que, al sellar su cocción al horno de barro, potencia al máximo todos sus sabores.
Entre las pizzas más elegidas se encuentran La Margherita, con salsa de tomates biodinámicos infusionados con albahaca y ajo, muzzarella, parmesano, albahaca y oliva; La desconocida Stracciatella con salsa de tomates biodinámicos infusionados con albahaca y ajo, stracciatella, castañas de cajú, albahaca y oliva; No me olvides de muzzarella, parmesano, cebolla caramelizada, provoleta de cabra, ciboulette y oliva; Nápoles con salsa de tomates biodinámicos infusionados con albahaca y ajo, muzzarella, parmesano y albahaca, tomates cherrys confitados y pesto; Fugazzeta especial con mozzarella, parmesano, cebolla morada, eneldo y oliva; y Fainá con oliva y pimienta de Jamaica.
Propuesta de pizza “por slice” que transporta al Soho Neoyorquino con una opción novedosa donde se respira un espíritu joven y urbano, característico de la ciudad que nunca duerme.
Realizadas por Danilo Ferráz, sus pizzas tienen un mayor tamaño (45 cm de diámetro), son bien finitas, crujientes y las sirven con originales toppings como queso cheddar, pollo, bacon, pepperoni, jalapeños, mozzarella ahumada, chipotle, salsa buffalo, barbacoa y más. Las favoritas son la Obama, con pepperoni de Tandil y mozzarella y la Chick Norris con pollo desmechado, salsa barbacoa casera, queso cheddar y cebolla morada.
Ubicado al pie de El Centro Náutico Puerta Delta, este local abrió hace dos años y es una parada clave para quienes están en Benavídez (a solo 10 minutos del Centro Comercial Nordelta) convirtiéndose así en el mejor punto de encuentro para antes y después de navegar con las mejores propuestas de pizzas y cervezas artesanales de la zona. “La pizza es uno de los platos preferidos por nuestros clientes, si bien las clásicas de fugazzeta o muzzarella nunca fallan, cada vez más creamos propuestas para complacer a aquellos paladares que buscan una propuesta más gourmet” explica Jermías Ginko co-founder de Periplo.
Dentro de su top tres están las de Jamón crudo con salsa de tomate, muzzarella y rúcula. En segundo puesto la de “langostinos” con queso mozzarella y salteado de langostinos y en tercer puesto la “Francesa” con queso mozzarella, brie y tomates secos.
En Palermo Soho deleita a los amantes de la pizza romana con su amplia variedad de pizzas bianche e rosse. Lo que las distingue es su masa fina y crocante, casi sin bordes, elaboradas con harina italiana Divella, cuentan con fermentación natural y se cocinan en un horno a leña especialmente traído de Nápoles que da como resultado final una masa bien seca y crujiente. Entre las alternativas a degustar y más pedidas por los comensales, destaca la Straciatella con salsa de tomate, straciatella, albahaca y pimienta negra o la Funghi hecha con portobellos horneados y crudos, salsa de tomate, mozzarella fior de latte, perejil y ajo confitado.
Lugar histórico donde se respira el viejo Buenos Aires, y el hecho que este enfrente del Cementerio de Chacarita lo hace especial para aquellos nostálgicos del tiempo y la historia.
La pizza es notable, con servicios de mesa y para comer en barra de pie. Con cerveza tirada la pizza sabe mejor, lugar ideal para ir con amigos. La pizzería está ubicada en el extremo final de la avenida Corrientes, en su cruce con la avenida Federico Lacroze, frente a la estación terminal del Ferrocarril Urquiza y de la entrada del Cementerio.
En Villa Luro, con sus opciones de pizza y fainá imperdibles. Esta famosa pizzería del barrio de Monte Castro en su límite con Villa Luro, con una clientela tan consecuente que podría ser comparada con una hinchada. Bullicio, amigos, gente que entra y sale; buena iluminación y rapidez, hacen de El Fortín un lugar acogedor al que vale la pena ir, pero sin dudas la calidez y la atención de su gente, hace que las ganas de volver reine.
Estuvo nominado a Mejor Pizzería en los Premios Oleo 2013 y su trayectoria la convirtió en punto de encuentro para reuniones entre amigos. La vedette del lugar es la fugazzeta rellena, seguida por la pizza de jamón y morrones, y la fainá, considerada por muchos como la mejor faina del país. La opción de comer en el mostrador o pedir una mesa y vivir una experiencia bien porteña.
En 1927 abrió en Almagro sus puertas fundada por inmigrantes genoveses. Con sus recetas italianas se convirtió en Pin Pun, una de las pizzerías más populares e icónicas de la Ciudad de Buenos Aires, que además de sus pizzas se destaca por sus empanadas fritas convirtiéndose en un clásico de Almagro. Pizza al corte y siempre en un salón familiar.
Dentro de sus pizzas estrella, se destacan: la pizza de muzzarella es otro gran éxito, la más premiada de la ciudad elegida por los vecinos. Su segunda especialidad es la fugazzeta rellena, de gran abundancia con cebolla y queso. “En el 2018 el Gobierno de la Ciudad organizó la mejor pizza de muzzarella donde obtuvimos el 1 puesto elegidos por los vecinos de CABA”.
Otra propuesta diferente fuera de lo clásico, con el sueño de llevar a los hogares argentinos la pizza que hacen ellos los domingos en su casa: prendiendo el horno de barro a 450 grados, dejando levar los bollos 48 horas y utilizando harina orgánica integral, sin máquinas ni conservantes o aditivos. Con esto lograron una masa única: crocante y liviana.
“Margarita Love” con salsa de tomates orgánicos, mozzarella, queso Lincoln, tomates secos mendocinos, albahaca. La “Porto Smoke” con salsa de tomates orgánicos, mozzarella, hongos portobello, queso ahumado y la “Provolone not Alone” con salsa de tomates orgánicos, mozzarella, queso provolone, verdeo.
El restaurante de cocina italiana de la zona de Retiro, ofrece 15 variedades de pizzas de estilo napolitano caracterizadas por ser de masa suave y bordes alveolados. Las pizzas se cocinan en menos de 90 segundos en un horno eléctrico traído de Nápoles que, con una base de piedra volcánica, alcanza los 450° logrando ese borde aireado tan distintivo y un piso de la pizza muy suave y blando en el medio.
La carta luce 15 variedades, entre las se distinguen tres opciones que son las favoritas de los comensales: la Diavola (pomodoro, salame italiano, mozzarella fior di latte), la Quattro Formaggi (mozzarella, gorgonzola, boconccino y mascarpone) y la especial de la casa, Cincinnati (pomodoro, burrata, prosciutto italiano, tomate cherry y rúcula).
Para maridar, Cincinnati cuenta con una destacada carta de vinos, cocktails de autor y cervezas exclusivas de marcas italianas.
La propuesta de pizzas artesanales, ofrece once variedades de masa crocante, elaboradas con ingredientes frescos y de calidad. Proponen opciones originales como la Americana, una verdadera explosión de sabor que combina mozzarella, cheddar, panceta crocante y barbacoa; y otras más clásicas que no fallan y que son las más elegidas por el público, tal es el caso de la doble mozzarella, la napolitana y la de jamón.